Gracie y Pedro son dos mascotas muy diferentes que viven en un hogar común, pero cada una tiene su propia personalidad y estilo de vida. Gracie es una perra snob de pura raza que se considera “la mejor del espectáculo”. Con su pelaje impecable y sus modales refinados, se siente superior a los demás animales. Su vida gira en torno a lucir perfecta y ser el centro de atención, disfrutando de lujosos paseos y comodidades en casa. Por otro lado, Pedro es un gato rescatado que no se preocupa por las apariencias. Descarado y astuto, Pedro prefiere rascar en la basura por su cena en lugar de comer croquetas de lujo. A pesar de sus diferencias, ambos comparten el mismo hogar, aunque rara vez se entienden.
La vida de Gracie y Pedro da un giro inesperado cuando la familia decide mudarse a una nueva casa en otra ciudad. Durante el ajetreado día de la mudanza, las tensiones entre Gracie y Pedro alcanzan su punto máximo. En un momento de furia y competencia, los dos se enzarzan en una pelea que acaba por destruir la cinta de equipaje del aeropuerto. Como resultado, los dueños de Gracie y Pedro, abrumados por la mudanza, no se dan cuenta de que sus mascotas han quedado varadas y perdidas en un mundo aterrador y desconocido.
Sin sus collares y sin la protección de sus dueños, Gracie y Pedro se ven obligados a afrontar un entorno completamente nuevo y desafiante. La ciudad es grande y llena de peligros, y cada uno debe lidiar con sus miedos mientras intentan encontrar el camino de regreso a casa. Gracie, acostumbrada a la vida de lujo, se siente desorientada y vulnerable, mientras que Pedro, con su ingenio callejero, se adapta rápidamente a la situación. Sin embargo, la realidad de estar solos y desprotegidos comienza a hacer mella en ambos.
A lo largo de su aventura, Gracie y Pedro se ven obligados a trabajar juntos a pesar de sus diferencias. Gracie se da cuenta de que su apariencia no la protegerá en este nuevo entorno, mientras que Pedro comienza a apreciar la importancia de tener a alguien en quien confiar. A medida que enfrentan una serie de desafíos, como la búsqueda de comida, eludir a perros vagabundos y encontrar refugio, los dos desarrollan un vínculo inesperado. La competencia y la desconfianza inicial se convierten en amistad, y juntos aprenden a complementar sus habilidades.
La relación entre Gracie y Pedro evoluciona de maneras sorprendentes. Gracie, quien siempre había vivido en la comodidad de su hogar, comienza a comprender la importancia de la adaptabilidad y la resiliencia que Pedro ha desarrollado. Por su parte, Pedro empieza a ver la valía en la educación y el estilo que Gracie representa, encontrando un equilibrio entre la diversión y la responsabilidad.
Finalmente, tras superar numerosos obstáculos y aventuras emocionantes, Gracie y Pedro logran encontrar pistas sobre cómo regresar a sus dueños. El viaje les enseña lecciones valiosas sobre la amistad, la aceptación y la importancia de trabajar juntos. En su camino de regreso, ambos han cambiado, habiendo aprendido a valorar las diferencias del otro y a reconocer que, aunque vienen de mundos distintos, su amor por la familia es lo que realmente importa.
La historia concluye con Gracie y Pedro encontrando a su familia, ahora más unidos que nunca y con una comprensión mutua que nunca antes habían tenido. Juntos, regresan a casa, no solo como mascotas, sino como verdaderos amigos que han enfrentado y superado las adversidades del mundo exterior.